El miedo a sentir hambre no está catalogado como tal, pero está muy presente en la consulta de nutrición.
Te pongo en situación: Paciente que acude a consulta porque “quiere perder peso, pero no quiere pasar hambre”.
Esta frase ya nos tiene que encender todas las alarmas porque probablemente estemos delante de una persona con una larga historia de dietas que seguramente habrá escuchado aquellas afirmaciones como “pues come poco y muévete mucho”, frase que está muy lejos de lo que nos dice la ciencia actualmente.
Por otro lado, el miedo a pasar hambre es algo irracional. Hoy en día y en el ambiente en el que vivimos rodeados de una variedad alimentaria tan diversa es casi imposible pasar hambre.
Pero en este caso, hablamos de pasarlo mal, del “para presumir hay que sufrir”, el concepto que se ha puesto tan de moda y que me horroriza, el “no pain, no gain”. Esto viene directo de la cultura de dieta y es cuando tenemos que empezar a pensar en un proceso de psiconutrición, puesto que es necesario trabajar con esas sensaciones tan desagradables que el paciente desea evitar.
¿Cómo se trabaja en un proceso de psiconutrición?
En primer lugar, debemos hacer que el paciente sea realmente consciente de sus sensaciones reales, ya que, es posible que se hayan alterado, tendríamos que hablar de la cultura de la dieta, de la escalera del hambre y hacer mucha psicoeducación y educación nutricional sobre peso, cambio de hábitos, comer emocional, curva de la saciedad, elección de alimentos y la historia de marketing que arrastramos y que aún está muy presente.
Pero sobre todo, lo que nos hace falta es hacer mucha divulgación, principalmente en redes sociales, para que este mensaje llegue al mayor número de persona posible.